Era tranquilidad,una tibia caricia,
Un delirio leve... No, ni siquiera... solo apenas un mareo.
Era un trozo de sol
que liberaba sus destellos al compaz de la ruedita.
Era cenizas sobre un simbolo de paz
rojo y verde.
Era mirarlo, y saber que no estaba sola.
Era el flaco,
recordandome en susurro
las fragancias del anochecer infinito.
No hay comentarios:
Publicar un comentario